Dos años de corrupción, injusticia, ignorancia, indiferencia, ocultamiento, miedo, impunidad, encubrimiento.
¿Cómo no cansarse de ver tantos afiches de López pidiendo justicia?
¿Como no escuchar tantos anuncios de marchas en repudio a la pobre investigación? Sin embargo es preciso seguir diciéndolo, y que el nombre de Julio López no sea algo pasado, tratándolo como un aniversario. Que sea algo latente.
Recordemos que fue un sobreviviente de la dictadura y un clave testigo para condenar al represor Miguel Etchecolatz. Julio López desapareció un día antes de conocer la condena al represor. López es un desaparecido en un gobierno en democracia.
Baldoza floja.