Los alumnos de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini y el Colegio Nacional Buenos Aires –los colegios preuniversitarios de la ciudad- han llevado a cabo una serie de reclamos con el fin de proponer la democratización de sus escuelas.
Para comprender estos recientes sucesos es necesario realizar un análisis cronológico comenzando por el conflicto universitario desarrollado en 2006. El problema salió a la luz cuando se tuvo que convocar a la Asamblea Universitaria para la designación del nuevo rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Luego de varios intentos de reunión frustrados por la interrupción de estudiantes y docentes que exigían más participación en este proceso de elección, la deliberación tuvo que realizarse en condiciones poco convencionales. El escenario fue el Congreso Nacional vallado y rodeado de policías. Caóticamente, y en 40 segundos, fue electo Rubén Hallú, uno de los principales protagonistas del actual problema de los secundarios.
Muy parecido fue lo que sucedió en el ámbito de las escuelas medias. Miércoles de por medio se reunía el Consejo Superior (órgano cuyos integrantes son los decanos de las facultades y el rector, electos en la Asamblea Universitaria) para elegir los nuevos rectores preuniversitarios. Miércoles de por medio, estudiantes, docentes y no docentes se manifestaron a través de marchas y asambleas improvisadas.
Estos reclamos, que comenzaron en marzo, tuvieron como eje los pedidos de participación directa de la comunidad educativa (estudiantes, docentes y no docentes) en la dirección de las escuelas, la titularización docente y el pase a planta permanente de los trabajadores no docentes.
El 23 de mayo de este año era el día elegido para la designación de las nuevas autoridades ya que el 24 finalizaba el mandato de los rectores Leonardo Abraham Gak y Horacio Sanguinetti. En la movilización de ese miércoles participaron cerca de 1000 personas, entre estudiantes, docentes y no docentes (sobre todo del Pellegrini). Esta vez los integrantes del Consejo Superior no intentaron sesionar y la elección quedó en manos del Rector Hallú, quien ad referéndum designó a Juan Carlos Viegas para el Carlos Pellegrini y a Virginia González Gass para el Buenos Aires.
Fue aquí donde los dos colegios decidieron seguir por caminos diferentes. Por un lado, el Nacional, que provenía de un rector muy rígido, Horacio Sanguinetti, decidió firmar un acuerdo con su futura rectora en el que muchos reclamos fueron dejados de lado. Por otro lado, en el colegio comercial comenzó una nueva etapa en el conflicto.
El 28 de mayo, día en que comenzaría el mandato de Viegas, la comunidad educativa, junto con el apoyo de los padres, decidió tomar el colegio por 48 horas sin dictado de clase para impedir la entrada del nuevo rector. A todo esto, un sector de los docentes que ya tenía privilegios garantizados con el futuro rector y las autoridades de la Universidad -y que, por ende, estaba en desacuerdo con la medida adoptada-, intentó que entre la electa autoridad.
El problema estaba planteado y los actores sociales del colegio posicionados. La medida siguiente fue la toma con dictado de clases por tiempo indeterminado.
En un principio pudo sostenerse, pero hubo algunos factores que hicieron que luego de 20 días perdiera fuerza. Entre ellos, estuvo el sector de los docentes que decidió no dar clases hasta que entrara el rector, y el poder de algunos medios masivos de comunicación que tergiversaron la información, logrando que la opinión pública tomara postura en contra del reclamo.
Negociación tras negociación, se terminó llegando a un “Acta de compromiso” que fue firmada por ambas partes, y que garantizaba algunas “concesiones” a cambio de que entrara Juan Carlos Viegas. Entre esas “concesiones” estaba la creación de un Consejo Académico Resolutivo integrado por el rector, docentes, no docentes, estudiantes y graduados que iba a poder discutir y decidir sobre temas como los planes de estudio, los proyectos de autogestión del bar y la fotocopiadora y otras cuestiones internas del colegio, aunque en realidad esas resoluciones tendrían que ser elevadas luego al Consejo Superior, reservándose este la decisión final. Por otro lado, también se acordó la titularización docente y el pase a planta permanente de los no docentes. Esto aún no se ha cumplido.
De todos modos, el espíritu de este acta ya fue violado ante avances contra algunos docentes y no docentes.
Sin el conflicto terminado, Juan Carlos Viegas comenzó a desempeñarse como rector de la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini. Se abre ahora una nueva etapa, en la que también va a influir el próximo intento de reunión de la Asamblea Universitaria para la supuesta reforma de los estatutos.
Florencia Knoblovits y Paula Saidón (alumnas del Carlos Pellegrini)
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